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''Desperté y descubrí que había muerto...''
La muerte es solo el principio, un comienzo inexorable, ese instante efímero en el que tu último aliento se desvanece en el aire, dejando una cáscara vacía y fría que alguna vez sintió en cada resquicio de su existencia el calor del sol.

¿Y sí tras la muerte aún quedase otra forma de vida para alguno de nosotros? ¿Y sí despertásemos siendo nosotros mismos pero sin saber quienes fuimos? ¿Y si ya nada fuera igual? Pero...seguimos aqui, tal y como nos fuimos permaneceremos, en una eternidad incluso tortuosa. Pero, ¿por qué existimos? Para mantener el equilibrio del mundo.

Desde los comienzos de nuestra existencia han existido y existirán otras criaturas cuya realidad es desconocida por toda la humanidad, sin embargo es un hecho que están ahí, derrocando a los humanos de la cima de la cadena alimenticia. Unas criaturas que existen para mantener el equilibrio, para provocar tristeza y muerte, para impedir la utopía. Estos seres se llaman a si mismos 'Cazadores, Guardianes y Grandes Predadores'.

Estos seres han formado una civilización diferente, liderados por una pequeña sociedad llamada 'El Ente' y otro grupo conocido como 'La Orden de Alfeo'. El primero está formado por Cazadores, Guardianes y Grandes Predadores, son muy importantes y dirigen todo el tema del equilibrio y son quienes ordenan todo. Luego La Orden de Alfeo está formada por poderosos Guardianes que sirven al Ente en su propósito y realizan su voluntad, aunque en ocasiones actuan por si mismos.

Podríamos decir que los cazadores son muy numerosos pero están en lo más bajo de la pirámide jerárquica, estos se alimentan de los sentimientos de los humanos, felicidad, ego..., pero solo hasta cierto punto, no pueden provocarles daño, al menos en un principio. Luego están los guardianes, un poco menos numerosos que se dedican a 'cazar' a los cazadores para impedir que haya demasiados. Y finalmente en la cima de la pirámide están los Grandes predadores, una minoría cuya labor es parecida a la de los cazadores, pero además matan y por si fuese poco les gusta divertirse torturando a los primeros. Los Grandes Predadores son tan pocos que están protegidos por el Ente y existe una regla por la cual no se puede dañar a un Gran Predador, mucho menos matarlo, por salvar a un humano.